Retrato a lápiz o carboncillo de medio cuerpo

 

Con un retrato a lápiz o carboncillo de medio cuerpo, puede inmortalizar una infancia feliz en un retrato lleno de detalles, como los detalles de la ropa, los ademanes del pelo, una sonrisa traviesa, un gorro bonito, un fondo detrás del cuadro que aluda a una época, un lugar o una ocasión especial.

Nuestros retratos a lápiz o carboncillo son muy detallados:

por ejemplo, nos gusta pintar un brillo único en los ojos, que aporta una vivacidad diferente y brillante al resultado final del cuadro.

El retrato a lápiz o carboncillo de medio cuerpo es el regalo ideal para asociar a una persona con algo especial que haya vivido o con lo que haya estado, como la familia o los amigos.

Confíe en un retrato a carboncillo para decir “te quiero” a las personas especiales de su vida.

Los retratos al carbón son ideales para cumpleaños y otras ocasiones especiales en las que hay algo más que celebrar o recordar.